La Comunión con el Invisible por medio de la adoración

Juan 4:24 Dios es espíritu; y es necesario que los que le adoran, le adoren en espíritu y en verdad.



La adoración es una comunicación cantada y es parte de la comunión con nuestro Creador.  Adoremos con el gozo del Señor, pues es nuestra fortaleza.



La oración misma es un diálogo con el Creador no un monólogo interminable.  Vemos en la oración de Job que Yahweh le responde.



Yahshua nos enseñó a orar al Padre quien está en el cielo.   Como Yahshua se humilló hasta lo sumo el Padre  le dió un Nombre sobre todo nombre.   Y todo lo que pidamos al Padre en Su Nombre (Yahshua) El Padre nos lo concederá (de acuerdo a su Voluntad, Su propósito y Sus planes y en Su tiempo).  

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Oramos y adoramos en el Espíritu  Santo todo el tiempo y El Espíritu Santo guía nuestra oración y adoración, dándole dirección y propósito de acuerdo con la Voluntad del Padre (Abba) y la energiza.   De la misma manera como Yahshua nos enseñó a orar al Padre, el Espíritu Santo nos hace exclamar Abba a nuestro Padre que está en los cielos.  Es que El Espíritu Santo, de la misma manera que Jesús, busca la gloria de quien lo envió y no nos enseña a orar o adorar a Sí mismo.



La oración mas efectiva es la oración por la revelada Voluntad de Dios.  Ver ejemplo de la oración de Daniel 9:2-20 al recordar la profecía de Jeremías de los setenta años de la cautividad de Judá.



Juan 14:13 Y todo lo que pidáis e en mi nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

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¿Qué ocurre entonces cuando el fin esperado por la oración se tarda?  ¿Será que El Señor tiene otras prioridades?  No!  De ninguna manera!  Recordemos que la prioridad de Yahweh era multiplicar la descendencia de Abraham como la arena del mar y como las estrellas del cielo, sin embargo tomó tiempo en que Sarah concibiera a Isaac.  Por lo tanto no desmayemos en la fé mientras dure la espera.  Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya fruto...con todo yo me gozaré en Elohim Yahshua dice Habacuc 3:17,18