top of page

El propósito de nuestra vida es adorar al Padre y al Cordero, y El nos ha dado Su Espíritu Santo para que podamos hacerlo

El pastor, poeta, rey y profeta David, lo entendió muy bien (Hechos 13:22 y Samuel 13:14) y compuso preciosos Salmos para adorar al Señor.  Esto no es nada mas que la misma palabra de Dios cantada y musicalizada.   El oírla regocija nuestro espíritu nos eleva a las alturas celestiales donde ángeles y serafines alaban la Majestad del Eterno día y noche.

   

Yahweh es Amor.  Su Gracia y Su Amor por nosotros es totalmente inmerecido (ver Juan 3:16).   La naturaleza misma nos enseña este principio al observar que el amor de una madre por su bebé es inmerecido e incondicional. 



¿Cómo no corresponder a tan grande amor?   Por tanto la creación entera alaba al que Vive y Reina por los siglos de los siglos.



Y hay un principio espiritual y un propósito sublime en adorar a nuestro Creador.  Al adorarle brillamos reflejando su naturaleza y su presencia de Amor infinito en nosotros.  Y Su Shekinah se hace evidente a nuestros semejantes.   Es el mismo principio espiritual que hace que los que adoran ídolos e imágenes se vuelvan ciegos y mudos como las imágenes.  Por lo tanto el aborrece la idolatría pues no quiere que nos tornemos ciegos y mudos espirituales (Salmo 115-4-9).



La iglesia en Efeso, fue reconocida por sus obras, arduo trabajo, sufrimiento y perseverancia pero fue amonestada de la necesidad del arrepentimiento por haber perdido su primer amor.  Â¿Qué es el primer amor?  Amarás al Señor tu Elohim por sobre todas las cosas, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente y guardarás su ordenanza, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días.  Deuteronomio 6:5 y 11:1; Mateo 22:37; Marco 12:30; Lucas 10:27



Si por ventura hemos caído del primer amor, el primer paso es reconciliarse con Aquel ante cual toda rodilla se doblará, además si nos humillamos el nos enaltecerá:



Salmo 138:6  Aunque Yahweh es excelso, atiende al humilde; mas al altivo mira de lejos.



Si por ventura, nunca has confesado que Yahshua es tu Señor y Salvador, hazlo hoy sin falta, ahora mismo confiesa así:

​

Romanos 10:9 que si confiesas con tu boca que Yahshua es el Señor,  y si crees en tu corazón que Dios le levantó de entre los muertos, serás salvo.

​

Salmo 51:17 Los sacrificios de Elohim son el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado g no desprecias tú, oh Elohim.

​

1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.

​

Una vez que has hecho esta sencilla oración sincera de arrepentimiento y de confesión por la fé, alabale porque El vive y te recibe como su hijo! y hay fiesta en los cielos por un pecador que se arrepiente.   Tambien busca congregarte en un lugar donde se alabe Su Nombre. 

bottom of page